Las asociaciones católicas italianas defienden de la Constitución y de los principios democráticos, destacando su compromiso con una democracia participativa y sustancial, que sirva sobre todo a los más pequeños y débiles. Enviaron una carta firmada por varias organizaciones, entre ellas Acción Católica Italiana, ACLI, Asociación de Guías y Scouts Católicos Italianos, Comunidad de Sant'Egidio, Fraternidad de Comunión y Liberación, Movimiento Obrero Cristiano, Movimiento Político por la Unidad de los Focolares, Renovación en el Espíritu y la Secretaría del Consejo Nacional de Agregaciones Laicas.

Las asociaciones subrayaron la importancia de mantener viva la democracia en una época marcada por la violencia de la guerra y el aumento de las desigualdades. Expresaron preocupación por los conflictos en Ucrania, Tierra Santa, Sudán, Congo y otras regiones del mundo, y reiteraron su deseo de paz, afirmando que la paz es el fundamento de la democracia y que la guerra la corroe y corrompe.

Las asociaciones católicas recordaron el espíritu de compartir que llevó al nacimiento de la Constitución italiana, subrayando la contribución de los católicos en la obra de construcción de la democracia posfascista y la necesidad de recuperar este espíritu hoy. Destacaron la crisis de representación y participación democrática, pidiendo un compromiso compartido para actualizar las instituciones republicanas y acercar a los ciudadanos, en particular a las nuevas generaciones y los suburbios, a la participación democrática.

La carta también abordó la cuestión de las reformas constitucionales, afirmando que cualquier revisión de la Constitución debería ser el resultado de la responsabilidad común y el diálogo entre todas las partes involucradas. Las asociaciones pidieron un método concertado y dialógico para evaluar el impacto de la autonomía diferenciada en la unidad del país, subrayando que la democracia se debilita cuando se viola el espíritu de compartir.

Finalmente, las asociaciones expresaron su compromiso con la promoción de una democracia participativa desde abajo, apoyada en la promoción de las autonomías locales en una perspectiva subsidiaria y solidaria. Concluyeron recordando el sueño de compartir y de responsabilidad colectiva por el bien y el futuro de Italia, inspirados en las palabras del Papa Francisco, del Presidente de la República Sergio Mattarella y del presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, Card. Matteo M. Zuppi, durante la Semana Social de Trieste.